miércoles, 20 de mayo de 2015

¿Jugar, Educando?: El juego y sus posibilidades educativas

12 de mayo, 2015.   EL JUEGO Y SUS POSIBILIDADES EDUCATIVAS

Jugando, Jugando, Jugando, de pequeños aprendemos a hacernos mayores. Jugando, Jugando hacemos crecer nuestro espíritu, ampliamos el campo de nuestra visión, de nuestros conocimientos. Jugando, jugando decimos y escuchamos cosas, despertamos a aquel que se ha dormido, ayudamos a ver a aquel que no sabe o a aquel que le han tapado la vista. -Antoni Tàpies-






El juego debe formar parte de todos niños y niñas del universo, ya que como queda recogido en la Convención sobre los Derechos del niño, todos los Estados deben respetar y promover el derecho del niño a participar plenamente en la vida cultural y artística, propiciando oportunidades apropiadas en condiciones de igualdad. En definitiva, el juego es un derecho de todos y cada uno de ñinos, independientemente de sus características físicas, edad, nacionalidad, etcétera.

Como sabemos, la naturaleza esencial del juego es lúdica, pero puede ir más allá, se puede convertir en una herramienta educativa relevante para propiciar diferentes aprendizajes: desarrollo del lenguaje, valores, creatividad, destrezas motrices, etcétera.  En nuestro caso, como futuras educadoras sociales lo entendemos como un recurso, que podemos aprovechar para diversas intervenciones socio-educativas, pero siempre, debemos cumplir dos condiciones básicas: 


  • El juego debe tener una finalidad intrínseca, en sí misma. Aquí podríamos entrar en un debate, puesto que la mayoría de autores hablan del juego como algo espontáneo que surge del niño. Entonces, ¿Podemos considerar como juego, a algo planteado por un profesional, con una finalidad educativa determinada? Nosotras, tras las aportaciones revisadas de la asignatura Animación Sociocultural y Educativa nos vemos en disposición de contestar a esta pregunta con un sí. No consiste en limitarse en planificar unos objetivos que creamos adecuados, sino que se trata de hacer protagonistas a los niños y niñas, que ellos dirijan y disfruten el juego, solo así conseguiremos que suponga un beneficio para el pleno desarrollo de los menores.
  • Por otra parte, el juego debe estar adaptado a la realidad y necesidades, potenciando las capacidades de cada menor. En este apartado creemos oportuno introducir, los "juegos adaptados para menores con diversidad funcional".  Que básicamente consiste en dar la oportunidad de jugar a todos y cada uno de los niños y niñas independientemente de sus capacidades. Como educadoras debemos desarrollar juegos que potencien y posibiliten en la misma medida a todos los menores. Para conseguirlo, nos pueden ser de gran ayuda los juegos de cooperación. A través de la colaboración, todos los menores pueden aportar, compartir y apoyar sus capacidades unos con otros, consiguiendo que sean actores de su propio desarrollo. 
En la actualidad, aparece un nuevo factor que influye directamente en el juego: las nuevas tecnologías. Pero esto, es algo ¿positivo o negativo?


Respecto a la pregunta que hemos introducido, no tenemos una respuesta absoluta. Pero comenzaremos diciendo que al igual que tenemos en cuenta la realidad, y las necesidades del menor, debemos tener presente las circunstancias históricas en las que se acontece el juego. Las nuevas tecnologías invaden nuestras vida diaria, y esto presenta riesgos, pero también oportunidades,  en nuestras manos como educadoras, está el promover un uso responsable de ellas.

Asimismo, tenemos que tener en cuenta otro factor, y es que todos los juegos están cargados de valores y transmiten una ideología determinada. Muestra de ello es, la costumbre a escuchar preguntas como ¿Este juego es para niñas, o para niños?. Nada, ni nadie estamos exentos de la influencia social, y en el caso de los juegos, no es una excepción. Tanto desde la familia, como la escuela o otros agentes socializadores debemos tener en cuenta los valores que estamos transmitiendo, pues somos responsables en la educación de los menores, y esta debería tener en cuenta  valores como el respeto o la igualdad de género.




Por último nos gustaría expresar que el juego, es algo que debemos practicar a lo largo de toda la vida.  Envuelve la vida de los niños, pero también debemos considerar el papel del juego en la vida adulta. Muchos pueden pensar que para un adulto jugar, es perder el tiempo, pero nosotras pensamos que puede servir para dedicarnos  un tiempo, para aprender algo nuevo, para divertirnos, o simplemente para sumergirnos en un estado de relajación. En definitiva, en la vida adulta, el juego puede suponer una gran cambio para nuestro bienestar. 

Nos despedimos bloggeros hasta la próxima entrada, y no lo olvidéis ¡¡¡Nunca os olvidéis de la importancia de jugar!!!


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